domingo, 19 de febrero de 2017

TAREA 4: PLANIFICACIÓN DE CLASES DE PRÁCTICA ORAL

La clase de práctica oral era mi única experiencia docente como profesor ELE, pues al poco tiempo de llegar a Paris estuve ofreciendo sesiones de perfeccionamiento oral a una chica que ya hablaba español, aunque no de manera fluída.
Esta tarea me ha permitido poner por escrito unos criterios que, de manera intuitiva, ya había utilizadoo durante esas sesiones. Lo que aún no he podido desvelar es si el hecho de haber aplicado estas técnicas sin, teóricamente, haberlas apreendido antes, era producto de la mera intuición o bien si estuve influenciado con mi experiencia como aprendiente de lenguas extranjeras. Sea como fuere es vital para el arendizaje y el uso de la lengua una buena práctica oral, pues es llegados a este punto cuando haremos el uso efectivo (comunicativo) de la lengua meta.

PLANIFICACIÓN DE UNA CLASE DE PRÁCTICA ORAL


La práctica oral es el elemento fundamental de las prácticas comunicativas, pues implica el elemento de interacción comunicativa, el alumno actúa como oyente y como hablante y se ve obligado a reflexionar sobre la lengua en el proceso de producción de su discurso oral.


  1. ¿Cuáles son los diferentes parámetros que se deben tener presentes?


La programación.
La clase de práctica oral tiene como objetivo facilitar el aprendizaje de la interacción oral que, a su vez, es interacción social y es diferente a la enseñanza de la lengua escrita y, por tanto, no puede enseñarse de la misma manera. A pesar de ello, los contenidos de la clase de oral deben ser controlados y planificados en función de los criterios que establece el MCER.


El papel del profesor en la clase de práctica oral.
Ese es también un aspecto a tener en cuenta, el profesor durante una clase de práctica oral actúa como enseñante durante la explicación de la actividad, explicando claramente cuál debe ser su desarrollo y facilitando su comprensión. Así mismo el tipo de lenguaje que utilice el profesor, su gestualidad, su capacidad para proporcionar herramientas a los alumnos serán claves para facilitar el buen desarrollo de la clase. Durante el desarrollo de la actividad el profesor deberá tener un papel secundario, debe actuar como un líder facilitador y su objetivo principal debe ser facilitar la interacción comunicativa de los alumnos.


La adecuación.
Los contenidos gramaticales, como ya hemos dicho anteriormente, deben ser adecuados al nivel de los aprendientes, pero además los contenidos no lingüísticos también deberían serlo. Por ello deberemos controlar contenidos e implicaciones extralingüísticas de los documentos y/o actividades que desarrollemos en clase, con el fin de facilitar que los alumnos se sientan cómodos con la práctica oral y, además minimizar los conflictos en el aula.


La significatividad para el alumno
Las actividades que realicemos en la clase de práctica oral deben ser significativas para el alumno, y en este punto por significativas entendemos que deben motivar al alumno a hablar. De nada nos servirá planificar actividades con un contenido lingüístico muy adecuado y significativo si los alumnos no están motivados para llevar a cabo la práctica oral, o bien por falta de interés en la actividad o bien por no tener nada que decir acerca de la misma.


  1. ¿Qué tipo de textos utilizas y en base a qué?
Los textos que utilizaremos en clase serán muy diversos dependiendo de la tarea o actividad que queramos desarrollar: debates, juegos de rol, improvisaciones, exposiciones orales…, aunque todos ellos deberán cumplir ciertos requisitos.


  • Materiales reales: a pesar de que en muchas ocasiones deberemos adaptar estos materiales a los conocimientos que los alumnos tengan en lengua meta, me parece importante que los alumnos estén en contacto con materiales reales, puesto que son estos los que se asimilan a la lengua utilizada en la interacción comunicativa, de una manera natural.
  • Textos adaptados, es decir, acorde a los niveles de conocimiento de la lengua que tenga el alumno.
  • Textos significativos para el alumno, textos y materiales cuyo contenido pueda ser de interés para los alumnos, que favorezca la participación del alumno y la interacción oral en el aula.


  1. ¿De qué manera secuencias la clase?


  • Detallar el contenido y desarrollo de la actividad que realizaremos durante la sesión, eso implicará describir el tipo de tarea que estamos realizando durante la actividad y cuáles son los objetivos de esas tareas.


  • El profesor facilitará a los alumnos indicaciones, consejos y recursos que los alumnos puedan utilizar durante las interacciones orales, para facilitar su producción comunicativa. Los alumnos deben sentirse acompañados durante el proceso de preparación de la actividad y deben disponer de los recursos necesarios para sentirse cómodos durante la interacción. Con ello contribuiremos a transmitir confianza a los alumnos.


  • Organización del aula, dependiendo de la tarea que estemos llevando a cabo en la sesión el profesor deberá indicar a los alumnos cuáles deben ser sus roles durante la tarea, cómo deben establecer los turnos de habla y, en caso que la actividad lo requiera, quien será, de entre los alumnos, el moderador de la actividad.


  • Desarrollo de la actividad/tarea, en este punto se intentará dar la máxima libertad posible a los alumnos, el profesor deberá evitar realizar correcciones y, solamente intervendrá par efectuar reparaciones en caso que la interacción comunicativa esté en peligro. Esa situación puede producirse por un mal funcionamiento de la actividad, ante lo cual el profesor deberá intervenir para reconducirla, o bien por errores que hagan que la interacción oral resulte del todo incomprensible.


  • Al final de la actividad el profesor puede realizar una breve valoración de la actividad, no se trata de corregir el desarrollo de la actividad o de decir lo que se ha hecho bien o mal durante la actividad, sino de poner en valor las ideas que los alumnos han expresado en sus interacciones. Esto será básico para que los alumnos puedan establecer vínculos de confianza con los alumnos, los alumnos deben sentirse escuchados.


  1. ¿Cómo dar la palabra a cada uno de los participantes y evitar desigualdades?
No siempre es fácil evitar las desigualdades en la toma de palabra, puesto que el acto comunicativo se efectúa de manera muy diferente y depende de muchos factores, entre ellos el carácter y la personalidad del hablante, los miedos intrínsecos al enfrentarse a una lengua que no se conoce, el miedo al ridículo.... No debemos pretender que todos los alumnos intervengan de la misma manera, puesto que esa tampoco es la “realidad” en las interacciones sociales que se producen fuera del aula. A pesar de ello hay ciertos criterios que podemos establecer para dar la palabra y minimizar las desigualdades.


Facilitar un clima de confianza y confort en el aula.


Una importante labor de observación por parte del profesor, observación para identificar cómo se suceden los turnos, quiénes son los alumnos más participativos y quiénes no, con ello podremos encontrar algunas estrategias de reparación de esas desigualdades.


Una buena organización de la actividad, que la propia actividad plantee como necesaria la participación de todos los alumnos, participación en lo que se refiere a producción oral pero también a la escucha activa. La escucha es también una de las destrezas básicas en la interacción oral.


Los alumnos también deben sentirse partícipes de la organización de la actividad, puede ser importante que escojamos entre los alumnos un moderador diferente para cada una de las sesiones o actividades, de esta manera tomarán conciencia de la tarea de moderación, del establecimiento de turnos, de la gestión de las interrupciones…


  1. ¿Cómo evitar / deshacer conflictos y malentendidos?


En este punto el profesor es el líder facilitador, y como tal debe ser la persona encargada de evitar conflictos, para ello una buena organización de la actividad será un elemento básico, así como un ambiente de confianza y respeto en el aula.


Aunque el papel del profesor sea secundario durante el desarrollo de la actividad, no lo es en lo que a resolución de conflictos se refiere, el profesor es el referente de los alumnos y parte de su trabajo es el de reconducir conflictos, puesto que los conflictos no aportan nada a la interacción social y por extensión a la práctica comunicativa.


Algo diferente es el tratamiento que debemos darle a los malentendidos, puesto que muchos de ellos vienen condicionados por un error en la producción oral o en la comprensión, otros por la inadecuación al contexto. De esos malentendidos lingüísticos si podemos aprender y, como docentes podemos resolverlos de una manera positiva y utilizarlos como herramienta que contribuya al aprendizaje. Es aquí donde el profesor debe ejercer sus tareas de reparación y retroalimentación.

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